Mejoras al modelo de sostenibilidad vigente. Leonardo Boff


Leonardo Boff Português: Leonardo Boff

Leonardo Boff Português: Leonardo Boff (Photo credit: Wikipedia)

 

(Em português em baixo)

Mejoras al modelo de sostenibilidad vigente

2012-04-27

 

Para ser sostenible, el desarrollo ha de ser económicamente viable, socialmente justo y ambientalmente correcto. Ya hemos sometido a crítica este modelo estándar. Pero debemos ser justos. Ha habido analistas y pensadores que se han dado cuenta de las insuficiencias de este trípode y le han añadido otros pilares complementarios. Veamos algunos.

Gestión de la mente sostenible. Para que exista un desarrollo sostenible es importante construir previamente un nuevo esquema mental, llamado por su formulador, el profesor Evandro Vieira Ouriques de la Escuela de Comunicación de la Universidad Federal de Río de Janeiro, gestión de la mente sostenible. Intenta rescatar el valor de la razón sensible, por la cual el ser humano se siente parte de la naturaleza, se impone un autocontrol para superar el productivismo y el consumismo, y busca un desarrollo integral y no solo económico, que contiene dimensiones de lo humano. Es un avance innegable. Sería mejor si entendiese la Tierra-Humanidad-Desarrollo como un único y gran sistema interconectado, fundando un nuevo paradigma.

Generosidad: Rogério Ruschel, editor de la revista electrónica \»Business del Bien\», añadió otro pilar: la categoría ética de la generosidad. Ésta se funda en un dato antropológico básico: el ser humano no es solo egoista y busca su bien particular, es mucho más un ser social que coloca los bienes comunes por encima de los bienes paticulares o los intereses de los otros al mismo nivel que los suyos propios. Generoso es quien comparte , quien distribuye los conocimientos y experiencias sin esperar nada a cambio. Una sociedad es humana cuando más allá de la justicia necesaria incorpora la generosidad y el espíritu de cooperación de sus ciudadanos.

Para Ruschel la generosidad se opone frontalmente al lema básico del capital especulativo greed is good, es decir, la ganancia es buena. No es buena sino perversa, porque casi ha hundido todo el sistema económico mundial. En la generosidad hay algo de verdadero porque es específicamente humano. En la afortunada metáfora del periodista Marcondes de la ONG “Envolverde” hay que distinguir la generosidad de la simple filantropía, de la responsabilidad social y de la sostenibilidad. La primera, da el pez a quien tiene hambre; la responsabilidad social enseña a pescar; la sostenibilidad cuida el río que permite pescar y, con el pez, matar el hambre. Sin embargo, nos parece que la generosidad sola es insuficiente. Reclama otras soluciones como la superación de la desigualdad, la forma de consumo y la atención a la comunidad de vida, que necesita también ser alimentada y conservada.

La cultura: En 2001 el australiano John Hawkes lanzó «el cuarto pilar de la sostenibilidad: la función esencial de la cultura en la planificación pública». En Brasil ha sido mérito de Ana Carla Fonseca Reis, fundadora de la empresa “Búsqueda de Soluciones” y autora del libro Economía de la Cultura y Desarrollo sostenible, haberla asumido, difundiéndola a través de muchos cursos y conferencias. Este aspecto de la cultura es fundamental, porque encierra principios y valores ausentes en el concepto estándar de sostenibilidad. Favorece el cultivo de las dimensiones típicamente humanas como la cohesión social, el arte, la religión, la creatividad y las ciencias. Deja atrás la obsesión por el lucro y armoniza mejor con la lógica de la naturaleza. Sucede que esta dimensión de la cultura ha sido secuestrada por los intereses comerciales. Solo será realmente eficaz cuando, liberada, funde una relación creativa con la naturaleza.

La neuroplasticidad del cerebro: Los científicos se dan cuenta de que la estructura neuronal del cerebro es extremadamente plástica. A través de comportamientos críticos al sistema consumista, se pueden generar hábitos de moderación y respetuosos con los ciclos de la naturaleza. El cerebro coevoluciona según la evolución exterior, dándose así una relación de interdependencia.

Y finalmente, el cuidado esencial: yo mismo he desarrollado la categoría del cuidado como esencial para la sostenibilidad. Entiendo el cuidado, expuesto en dos textos –El cuidado esencial: ética de lo humano-compasión por la Tierra (1999) y El cuidado necesario (2012)–, como una constante cosmológica y biológica. Los detalles pueden leerse en los libros mencionados.

En esta fase de búsqueda de formas más adecuadas que garanticen la sostenibilidad de la Tierra y el futuro de nuestra especie, toda contribución es bienvenida y aporta siempre alguna luz.

 

Leonardo Boff

 

Melhoras ao modelo vigente de sustentabilidade?

Para ser sustentável o desenvolvimento há de ser economicamente viável, socialmente justo e ambientalmente correto. Já submetemos à crítica este modelo standard. Mas devemos ser justos. Houve analistas e pensadores que se deram conta das insuficiências deste tripé. Acrescentaram-lhes outras pilastras complementares. Vejamos algumas delas.

Gestão da mente sustentável: Para que exista um desenvolvimento sustentável importa previamente construir novo design mental, chamado por seu formulador, o Prof. Evandro Vieira Ouriques, daEscola de Comunicação do Universidade Federal do Rio de Janeiro, de gestão da mente sustentável. Tenta resgatar o valor da razão sensível pela qual o ser humano se sente parte da natureza, se impõe um autocontrole para superar a compulsão ao produtivismo e ao consumismo. Visa a um desenvolvimento integral e não só econômico, o que envolve dimensões do humano. É um avanço inegável. Melhor seria se entendesse Terra-Humanidade-Desenvolvimento como um único e grande sistema interconectado, fundando um novo paradigma.

Generosidade: Rogério Ruschel, editor da revista eletrônica Business do Bem, acrescentou uma outra pilastra: a categoria ética da generosidade. Esta se funda num dado antropológico básico: o ser humano não é apenas egoísta buscando seu bem particular, mas é muito mais um ser social que coloca os bens comuns acima dos particulares ou os interesses dos outros no mesmo nível de seus próprios. Generoso é aquele que comparte, que distribui conhecimentos e experiências sem esperar nada em troca. Uma sociedade é humana quando além da justiça necessária incorpora a generosidade e o espírito de cooperação de seus cidadãos.

Para Ruschel a generosidade se opõe frontalmente ao lema básico do capital especultativo do greed is good, isto é, boa é a ganância. Ela não é boa mas perversa, porque quase afundou todo o sistema econômico mundial. Na generosidade há algo de verdadeiro porque especificamente humano. Na feliz metáfora do jornalista Marcondes da ONG Envolverde há que se distinguir a generosidade da simples filantropia, da responsabilidade social e da sustentabilidade. A primeira, dá o peixe ao faminto; a responsabilidade social, ensina a pescar; a sustentabilidade preserva o rio que permite pescar e com o peixe matar a fome. Entretanto, parece-nos, que somente ela é insuficiente. Demanda outras dimensões como a superação da desigualdade, a forma de consumo e a atenção à comunidade de vida que precisa também ser alimentada e preservada.

A Cultura: Em 2001 o australiano John Hawkes lançou “o quarto pilar da sustentabilidade: a função essencial da cultura no planejamento público”. No Brasil foi mérito de Ana Carla Fonseca Reis, fundadora da empresa “Garimpo de Soluções” e autora do livro Economia da Cultura e Desenvolvimento Sustentável de tê-la assumido, difundindo-a em muitos cursos e palestras. Este dado da cultura é fundamental, porque encerra princípios e valores ausentes no conceito standard de sustentabilidade. Favorece o cultivo das dimensões tipicamente humanas como a coesão social, a arte, a religião, a criatividade e as ciências. Deixa para trás a obsessão pelo lucro e pelo crescimento material e abre espaço para uma forma de habitar a Terra que condiz melhor com a lógica da natureza. Ocorre que esta dimensão da cultura foi sequestrada pelos interesses comerciais. Só será realmente eficaz quando, libertada, fundar uma relação criativa com a natureza.

A neuroplasticidade do cérebro: Cientistas se dão conta de que a estrutura neural do cérebro é extremamente plástica. Através de comportamentos críticos ao sistema consumista, se podem gerar hábitos de moderação e respeitadores dos ciclos da natureza. O cérebro coevolui consonante a evolução exterior, dando-se ai uma relação de interdependência.

Por fim, o Cuidado essencial: eu mesmo desenvolvi a categoria “cuidado” como essencial para a sustentabilidade. Entendo o cuidado exposto em dois textos – Saber cuidar: ética do humano-compaixão pela Terra (1999) e O cuidado necessário (2012) como uma constante cosmológica e biológica.Detalhes podem ser lidos nos livros referidos.

Nesta fase de busca de formas mais adequadas para garantir a vitalidade da Terra e o futuro de nossa espécie, toda contribuição é benvinda e sempre traz alguma luz.
_______________________________________________ BoffSemanal