Forum en Línea 257
Del 1 al 15 de enero de 2013.
IX aniversario
Escenarios de la seguridad hemisférica. Posdoctor José Francisco Gallardo Rodríguez.
Siria: Terror y esperanza del fin del conflicto
Luis Brizuela Brínguez / Prensa Latina
Damasco. Lejos de lograr la caída del presidente Bashar Al Assad, el conflicto promovido por potencias occidentales y naciones del Medio Oriente sólo ha incrementado la muerte de miles de ciudadanos y la destrucción de la infraestructura en Siria.
Como saldo negativo se constata también una exacerbación del extremismo religioso, en una nación que se reconocía como una de las más tolerantes e inclusivas de la región.
Siria atestiguó en los últimos 12 meses la multiplicación de los actos terroristas a manos de los grupos opositores al gobierno. Según analistas, la imposibilidad de derrotar a las fuerzas armadas mediante una guerra frontal, a pesar del moderno armamento que reciben desde países como Turquía, Arabia Saudita y Catar, hace que los insurgentes tomen como blanco a las poblaciones civiles, las mismas que alegan representar en su lucha.
El año que concluye fue marcadamente sangriento, si se cuenta la cantidad y letalidad de los ataques con morteros de los insurgentes, así como de los artefactos explosivos y coches bomba que han detonado en la capital y otras partes del país.
Uno de los hechos más extremos ocurrió el 28 de noviembre en Jaramana, localidad a unos seis kilómetros de Damasco, cuando un doble atentado con coches bomba dejó más de 50 muertos y decenas de heridos, además de la destrucción de autos y edificaciones en la zona.
Los opositores armados también atacaron con artefactos dinamiteros instituciones y zonas civiles como ministerios, sedes de publicaciones, panaderías, comercios, escuelas e incluso medios de transporte, con el saldo de gran cantidad de fallecidos, entre ellos niños y mujeres.
Llama la atención que la mayoría de los más recientes hechos sucedieron en barrios o zonas de mayoría cristiana, drusa, ismaelita y alauita, grupos minoritarios que apoyan al gobierno.
Asimismo se registraron saqueos y destrucción de iglesias y lugares de culto de dichas confesiones, lo que enciende las alarmas sobre el componente fundamentalista que subyace en la ideología de algunos de los grupos armados.
Tales fenómenos apuntan a una estrategia de provocar en los ciudadanos una reacción adversa al Ejecutivo, ante la percepción del estado de inseguridad, terror y calamidad que pretenden generar los irregulares.
El arzobispo de Alepo, monseñor Jean-Clément Jeanbart, advirtió meses atrás que si el presidente Al Assad cayera sobrevendría un empeoramiento de la situación no sólo para los cristianos, sino para todos los sirios. Puso como ejemplo los casos de Egipto, Túnez y Libia, donde revueltas y cambios violentos del orden institucional dentro del contexto de la llamada Primavera Árabe, llevó al poder a grupos fanáticos y fundamentalistas, subrayó.
La mayoría de los ataques terroristas en el país se los adjudicó Yabhat Nusrat –el llamado Frente de Al Nusra–, brazo de la red Al Qaeda en territorio sirio, elemento que complejiza el panorama de las corrientes opositoras en el país al implementar el terror como forma de alcanzar los objetivos políticos.
Estados Unidos incluyó al ente días atrás dentro del listado de organizaciones terroristas sujetas a sanciones por parte de la administración. Sin embargo, comentaristas políticos subrayan que ello constituye un signo de hipocresía política por parte de Washington, porque a la misma vez tolera y financia a la oposición armada contra Al Assad, dentro de la cual militan los de Al Nusra. Ésta y otras organizaciones integradas por salafistas y takfiríes(corrientes radicales extremas del sunismo), inmersas en el conflicto, propugnan la creación de un estado islámico, sobre la base de las más ortodoxas normas del Islam.
Un comentario del analista francés Thierry Meyssan refleja cómo en la norteña ciudad de Alepo, los extremistas han ensayado lo que sería un futuro Estado dirigido por ellos, donde las mujeres, por ejemplo, deberían andar cubiertas de manera permanente y tendrían prohibido hasta conducir un automóvil.
No obstante, existe un sector de la oposición interna que no comulga con tales prácticas y aboga por un diálogo directo con el gobierno, enfocado en lograr una solución negociada al conflicto que sacude a la nación desde hace más de 20 meses.
El presidente del opositor Frente Popular para el Cambio y la Liberación en Siria, Qadri Jamil, afirmó que la única vía de salir de la crisis en el país es el diálogo pacífico de todas las fuerzas nacionales, sin previas condiciones. Por otra parte, el líder opositor calificó a la Coalición Nacional de las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria (CNFROS) de “grupo débil” y “desarticulado”.
Debe recordarse que CNFROS nació el 11 de noviembre, en Doha, Catar, y se autodenominó como “única representante legítima” del pueblo sirio, reconocida hasta ahora por los gobiernos de Francia, Gran Bretaña, Turquía, naciones árabes y más recientemente, Estados Unidos.
El gobierno sirio, por su parte, sostiene una continua ofensiva contra los insurgentes y mercenarios a lo largo del territorio nacional, a fin de evitar que controlen una parte del territorio y con ellos, soliciten una intervención armada en su apoyo.
Hace pocas semanas, el Ejército frustró los planes de los insurgentes de apoderarse del Aeropuerto Internacional de Damasco y bases aéreas militares, lo cual hubiese abierto las puertas de un ataque a gran escala contra la capital.
Una fuente del Ministerio de Defensa aseguró a Prensa Latina que los armados podrían ser liquidados en cuestión de semanas, tal vez meses, si potencias occidentales y regionales detuvieran el abierto e interminable envío de armas, municiones y avituallamientos hacia ellos.
Tales objetivos se alcanzarían, además, si las autoridades decidieran utilizar todo el potencial de sus fuerzas armadas, algo que se ha evitado por el elevado costo en vidas que conllevaría, teniendo en cuenta que los irregulares han hecho de los barrios sus focos de operaciones, agregó.
A pesar de los reclamos para la búsqueda de una solución negociada a nivel internacional, el conflicto en Siria apunta a seguir ardiendo al menos en el corto plazo y a seguir robando vidas, muchas más de las 40 mil que ya cobró la confrontación.
Quienes critican “el baño de sangre” que tiene lugar cada día en Siria y responsabilizan al mandatario y las fuerzas armadas de los actos de violencia, insuflan a cada vez más leña a la confrontación mediante provocaciones, propagación de noticias falsas y financiamiento a efectivos de otros países para ir a combatir.
La aprobación para instalar misiles Patriot en la frontera turco-siria, la supuesta tenencia y uso de armas químicas por parte de Damasco, la introducción de mercenarios por las porosas fronteras, así lo corroboran.
Si bien el ambiente en Damasco contradice el escenario de caos y destrucción que pintan algunas agencias y medios noticiosos, los precios de casi todos los productos se han incrementado significativamente, entre ellos el diesel y el gas.
De igual manera comienzan a percibirse desabastecimientos en algunos comercios y se observan largas filas, sobre todo frente a los establecimientos donde se expende el pan, vital alimento dentro de la dieta diaria de los sirios.
Ello refleja el impacto real que tienen los ataques armados a la infraestructura económica de la nación –termoeléctricas, plantas de gas y panaderías–, y las sanciones impuestas por Estados Unidos, la Unión Europea y otras naciones de la región. Pareciera que se intenta ahogar a la nación del Medio Oriente o bien mediante la violencia y el terror, o a través del hambre y la desaparición de servicios vitales.
El gobierno ha reiterado, no obstante, que continuará fortaleciendo el sector defensivo, no cejará en su empeño de frustrar la conspiración internacional contra el país, continuará brindando ayuda humanitaria a las familias afectadas por la guerra y proseguirá con los planes socioeconómicos previstos.
Pobladores del barrio residencial de Al Mezzeh confiaron a Prensa Latina su esperanza de que en 2013 se pueda vislumbrar la luz al final del túnel, que les permita hallar el camino de la reconciliación y volver a convivir de manera pacífica.
Creciente descontento popular en Europa
Martha Andrés Román / Prensa Latina
Con huelgas generales, paros y manifestaciones, 23 naciones europeas protagonizaron el 14 de noviembre una jornada de acción y solidaridad, colofón de un año marcado por numerosas protestas contra los efectos sociales de las políticas anticrisis.
El día de movilización, convocado por la Confederación Europea de Sindicatos, tuvo como propósito presionar a los gobiernos para cambiar el curso de sus medidas, que han impuesto fuertes restricciones presupuestarias y han agudizado fenómenos como el desempleo.
Los principales gremios de Portugal, España, Italia, Chipre y Malta realizaron una jornada de huelga general que fue apoyada con movilizaciones en Francia, Grecia, Bélgica, Irlanda y otros miembros comunitarios, en reclamo de los derechos perdidos después de la llegada de la austeridad.
Bajo lemas como Nos dejan sin futuro, enarbolado en España; Cambiar de política, por un Portugal con futuro; o Por el trabajo y la solidaridad, contra la austeridad, defendido en Italia, por primera vez millones de personas salieron a las calles de diferentes estados de la Unión Europea (UE) con un objetivo común.
El movimiento sindical europeo lleva cuatro años denunciando las medidas de austeridad que arrastran a un estancamiento económico e incluso a la recesión, mientras el desempleo continúa en aumento, declaró en un manifiesto la Confederación Europea.
De acuerdo con el texto, hecho público en los días previos al 14 de noviembre, los recortes de salarios y de la protección social son ataques al modelo social europeo y agravan las desigualdades y la injusticia, por lo que es necesario un cambio de ruta.
Pero lo ocurrido en numerosas ciudades europeas en noviembre fue el punto culminante de acciones realizadas durante todo 2012, a medida que los recortes fiscales cada vez más fuertes repercutieron de forma negativa en los niveles de vida de la población, fundamentalmente en el sur del continente.
El año comenzó con movilizaciones en Italia, país que había cerrado 2011 con una grave crisis política, la cual condujo a la renuncia del entonces primer ministro, Silvio Berlusconi, y la instauración de un Ejecutivo tecnócrata encabezado por el excomisario europeo Mario Monti.
Así, durante los meses de enero y febrero, una huelga de camioneros italianos iniciada en Sicilia se extendió rápidamente al resto del país, y a ella se sumaron taxistas y otros trabajadores del transporte, ante la subida de los precios del combustible y el incremento de los costos del pasaje. Quizás como anuncio de lo que sería una norma en los meses siguientes, varios gremios de España, Grecia y Portugal también dieron muestras de descontento popular al salir a las calles y manifestar su oposición a los respectivos gobiernos.
No a la explotación, no a las desigualdades, no al empobrecimiento, Otra política es posible y necesaria, se podía leer en las pancartas izadas por manifestantes portugueses en los primeros días de febrero, ante un panorama que para el final del año sólo ha empeorado. En ese momento, la marcha convocada por la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP), el mayor sindicato del país, tenía el fin de repudiar los paquetes económicos previstos en el plan de ayuda internacional que fue acordado para la nación lusa en mayo de 2011.
Recientemente esa misma organización sindical volvió a llamar a manifestaciones, ante los duros presupuestos del Estado para 2013, los cuales prevén nuevas y drásticas subidas de impuestos, así como la reducción de las jubilaciones y los subsidios por enfermedad y desempleo.
Asimismo, Grecia también vivió en febrero varias jornadas de huelga general contra el plan de austeridad exigido por el bloque comunitario y aprobado por el gobierno de coalición heleno en medio de una crisis política.
El 12 de febrero el Parlamento griego aceptó el segundo rescate por parte de la UE, lo que llevó a que ese día se reunieran más de 100 mil personas en diversos puntos del país, en una de las manifestaciones más multitudinarias desde el inicio de la crisis.
Los sindicatos griegos, que han llamado a 26 jornadas de paro total desde 2010, son considerados entre los más activos del área, pero en octubre los propios manifestantes reconocieron lo infructuoso de sus esfuerzos, que no habían provocado ningún cambio en el panorama nacional.
En el caso de España, destacaron la jornada de huelga general convocada contra los recortes educativos, la marcha negra de los mineros, la de funcionarios del sector público en julio y la llamada Rodea el Congreso en septiembre, entre muchas otras acciones multitudinarias.
También en el Reino Unido se hizo presente la lucha contra los recortes del primer ministro, David Cameron, con su punto más álgido en octubre, cuando la central obrera más importante del país, la Trade Union Congress, convocó a una marcha bajo el lema Por un futuro que funcione. Para la manifestación, más de 250 autocares trasladaron ciudadanos de todo el país hacia Londres, donde se calculó la presencia de 100 mil personas, entre ellas sindicalistas, profesores, enfermeras, bomberos, y trabajadores comunitarios y de organizaciones no gubernamentales.
Los últimos meses del año, con el denominado 14N como momento fundamental, fueron los de mayor actividad en términos de protestas, pues si hasta el momento había habido expresiones regulares contra las medidas de austeridad en diferentes puntos de la UE, desde septiembre estas se intensificaron.
Así, en el noveno mes del año en ciudades como Lisboa, Madrid, Berlín, Varsovia y París, cientos de miles de personas salieron a las calles para exigir desde la reversibilidad de medidas como el aumento en la edad de jubilación, hasta solicitudes de dimisión de los gobiernos.
En un año signado por el descontento popular, la UE recibió el premio Nobel de la Paz, galardón que fue objeto de numerosas críticas, precisamente, motivadas, entre otros factores, por la situación que atraviesan hoy los ciudadanos de la región.
Desde la noche anterior al 10 de diciembre, fecha de entrega del reconocimiento en Oslo, miembros de cerca de 50 organizaciones celebraron una marcha de las antorchas encendidas para mostrar su rechazo al acontecimiento.
“Estoy en desacuerdo en cómo están gestionando la crisis financiera, no puedo entenderlo, me enfada que se lleven el galardón, es como dar una bofetada a la gente que está sufriendo en Grecia”, consideró uno de los presentes en la velada.
Sin embargo, a pesar de las críticas y los reclamos crecientes de los ciudadanos de las naciones del bloque, desde las más golpeadas por la crisis hasta las que aún exhiben mejores indicadores económicos y sociales, los gobiernos muestran oídos sordos y siguen adelante con sus políticas austeras.
Por eso, la UE cierra el año con la continuación de manifestaciones, marchas, protestas, huelgas y el reclamo de ciudadanos hastiados de que no se le preste atención a sus necesidades, todo lo que, probablemente, continuará marcando el escenario europeo en 2013.
Unasur, garantía de equilibrio mundial
Mónica Bruckmann y Osvaldo León / Alai y Amlatina
La Unión Suramericana de Naciones (Unasur) nace en mayo de 2008, al calor de la oleada de cambios que se registran en la región ante la pérdida de hegemonía de la retórica neoliberal y el entendimiento de que rescatar la perspectiva integracionista es una condición ineludible para gravitar realmente en un mundo globalizado, con posiciones, metas y sentidos comunes.
Hoy, la Secretaría General de este organismo está a cargo de Alí Rodríguez Araque, abogado y diplomático venezolano, quien entre otras dignidades ha ocupado los cargos de ministro de Economía y Finanzas, Relaciones Exteriores, y Energías y Minas, secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y presidente de Petróleos de Venezuela.
Para tomarle el pulso a este proceso de Unasur, días antes a su VI Cumbre que tuvo lugar en Lima, Perú, el 30 de noviembre de 2012, presentamos al secretario general de este organismo una pauta de interrogantes, cuyas respuestas siguen a continuación.
Mirando la crisis en la Zona Euro, ¿cuáles son las lecciones principales que podemos sacar de cara a los procesos de integración de nuestra región?
–Recordemos que la Zona Euro es una expresión de la Unión Europea y que ésta tiene su origen en el Tratado del Acero y el Carbón (dos recursos naturales) suscrito entre Alemania y Francia.
Luego de un proceso suficientemente conocido, se llega a tal grado de integración que se establecen distintas instituciones que adquieren rango supranacional. Pero el hecho más relevante es el poder abrumador que alcanzó –y mantiene– el capital financiero que, literalmente, se convierte en el factor organizador de toda la economía de esa región. Ya sabemos cómo ese poderoso sector se inclinó cada vez más por la actividad especulativa, más que por la actividad de intermediación que debería ser su razón de ser. Obviamente, este fenómeno tiene que ver con los trastornos que viene confrontando el sector real de la economía en el actual sistema económico mundial, particularmente en los países más desarrollados.
En nuestro caso, cuando hablamos de procesos de integración, tenemos un largo camino lleno de posibilidades como pocas regiones en el mundo. La primera es el impresionante acervo de recursos naturales que comprenden desde todas las fuentes primarias de energía que abundan en la región, pasando por prácticamente todos los minerales en gran parte indispensables en las industrias modernas, agua dulce en abundancia, bosques con la Amazonía como el pulmón vegetal más grande del mundo, hasta la abundancia de tierras para producir alimentos suficientes, ya no sólo para alimentar los más de 300 millones de seres que habitan esta región, sino muchos millones más en el mundo.
Si en Europa todo comenzó con dos recursos naturales, aquí contamos con eso y mucho, mucho más. De manera que la posibilidad cierta de coincidir en políticas comunes que aborden cómo obtener el mejor provecho con el menor impacto ambiental posible, ya no sólo en la actividad extractiva, sino en la de transformación y transporte, representa de entrada, un poderoso factor para estimular la intermediación dirigida a la reproducción de los recursos invertidos en la economía real y no deslizarnos hacia la especulación que explota la codicia de multiplicar riqueza sin esfuerzo productivo. La lección más dramática se expone todos los días en las pantallas de televisión: los grandes especuladores, causantes de la actual crisis, reciben miles de millones de dólares o de euros para evitar su colapso y, con ellos, de todo el sistema. Pero ¿quiénes pagan la cuenta? Pregúntele a un griego o a un español. Pagan los trabajadores y un denso sector de la clase media que se han visto en condición de pobreza de la noche a la mañana.
En la última década China se ha convertido en el primer aliado comercial de casi todos los países de la región. Sin embargo, los datos muestran que la composición de exportaciones de América Latina hacia China se ha intensificado en materias primas sin valor agregado ¿Cuáles son los desafíos que se presentan para América del Sur en relación a China?
–Que en el intercambio con China predominen las exportaciones de materias primas de América Latina, es parte de una de las muchas paradojas en que nos movemos: si analizamos el intercambio intrarregional, veremos que los productos manufacturados predominan sobre las materias primas. Pero, en el comercio extra-regional, ocurre lo contrario. Y no sólo con China. La conclusión es muy sencilla: requerimos de una estrategia y un plan que tienen como corazón que lleve oxígeno a todas nuestras actividades económicas, multiplicándolas. Ese corazón está representado por lo ya expresado, una política común sobre nuestras gigantescas reservas de recursos naturales y su transformación con las implicaciones que esto tiene en tecnología, finanzas, empleo de calidad y estable, etcétera.
Para mejor ilustración, miremos el ejemplo histórico de la OPEP, basado en el ejercicio de la propiedad soberana sobre un recurso natural, el petróleo.
¿Se contempla una negociación como bloque frente a ese país?
–El planteamiento que se discute en la Unasur, es algo de lógica elemental: mejor negociar unidos que separados. Pero no olvidemos que la integración es un proceso y no un acto de magia, aunque no deja de tener un algo de ésta. En ese proceso se resolverá el enorme desbalance entre grandes corporaciones mundiales que tienen una sola estrategia y un mando único en relación con nuestros países que actúan por separado y sin una política común. Resuelto esto, se habrá dado un paso de grandes proporciones al poner en juego una fuerza que aún no ha despertado del todo, la fuerza de la unión y de los enormes recursos sobre los cuales ésta puede materializarse.
Las mayores reservas de recursos naturales estratégicos se encuentran en el sur del planeta. Al mismo tiempo, casi todas las guerras, desde la segunda mitad del siglo pasado, tuvieron y tienen como escenario este hemisferio. ¿Cómo pensar y actuar en la dirección de una cooperación Sur-Sur que se afirme en la paz y la gestión soberana de sus recursos naturales?
–Nuestra América tiene la fortuna de ser un territorio de paz. A ello se agrega el hecho extraordinario de ser una de las regiones bastante pobladas que se han declarado como zona sin armas nucleares. Estos son bienes intangibles, pero tan preciosos que debemos cuidar todos los días. Tal es una de las misiones más trascendentes de la Unasur.
Al contar con una masa inmensa de recursos naturales que pueden aprovecharse para superar la pobreza y avanzar hacia niveles cada vez mayores de estabilidad social y política, desde luego que esta región se convertirá en un factor muy importante en el largamente anhelado proceso de cooperación Sur-Sur y, más aún, en un factor activo y creciente para garantizar el equilibrio mundial y actuar siempre en pro de la paz tan necesaria, hoy desgarrada en tantas regiones del mundo.
¿En qué punto se encuentran iniciativas como la Nueva Arquitectura Financiera, el Banco del Sur, entre otras?
–Ambos proyectos marchan con cierta lentitud. En mi opinión, en la medida en que el Banco del Sur, como parte de la Nueva Arquitectura Financiera, eche raíces en una estrategia como la que estoy sugiriendo, no tengo duda alguna de que crecerán como árboles robustos para brindar sus frutos benéficos a nuestros pueblos.
¿Cómo valora el camino recorrido por los consejos que se han conformado en Unasur?
–Creo que los ocho Consejos existentes vienen adelantando un trabajo muy positivo. El simple hecho de que se hayan conformado y actúen ya como instituciones de la Unasur, es un éxito notable. Por supuesto que, en la medida en que se articulen más entre ellos y madure aún más este proceso que es bastante joven, las labores y resultados de los consejos actuales, y los que puedan crearse, irán multiplicando sus buenos resultados.
Los tratados bilaterales de inversión entre los Estados de la región y las empresas transnacionales concedieron, de manera unilateral,
el derecho a éstas últimas de demandar al Estado de los países signatarios en tribunales internacionales de arbitraje, renunciando al fuero nacional para dirimir las diferencias. ¿Qué impacto tiene esta situación en los derechos soberanos de los Estados y gobiernos de la región en relación a sus recursos naturales?
–Creo que este fenómeno ocurrió en las muy particulares condiciones creadas en el mundo y que Fukuyama consideró El Fin de la Historia, afirmación que luego corrigió a la luz de los hechos.
Yo podría hacer una larga relación de nuestra experiencia en Venezuela pues no osaría opinar sobre la experiencia de otros países. Por ejemplo, durante el breve reinado de la llamada Apertura Petrolera, se impusieron en el extinto Congreso de la República, modelos contractuales que eliminaban las regalías en el caso de los petróleos de la más grande reserva del mundo, la Faja del Orinoco. En el caso de los crudos livianos, las regalías se amarraban a la tasa interna de retorno. El presidente Chávez fue elevando progresivamente las regalías hasta un 30%, echando por tierra la afirmación de que con el 16.66% que establecía la Ley de Hidrocarburos vigente para los días de la apertura, ninguna empresa invertiría en Venezuela. Hoy el número de empresas que participa en las actividades petroleras de Venezuela, va creciendo en flecha, incluyendo muchas empresas de nuestra región.
Esa política implicó también la reducción de impuestos y la abdicación de la soberanía de nuestros tribunales para dirimir dudas y controversias de conformidad con las leyes venezolanas cuando se tratara de contratos de interés nacional.
Los tratados de protección de inversiones introducen, sin excepción, cláusulas de esa misma naturaleza. Pero ¿cuál de nuestros países tiene el monto de inversiones y en sectores estratégicos de las grandes potencias?
Tomen en cuenta que la mayor cuantía de inversiones extranjeras, se concentra fundamentalmente en la explotación de recursos naturales, muchos de ellos considerados estratégicos.
Si se examinan los reclamos arbitrales internacionales que abundan, se encontrará una realidad: la casi totalidad de las acciones emprendidas, han sido por grandes consorcios internacionales contra Estados o empresas nacionales. Algo más que una simple casualidad.
Seguramente esto será un tema de discusión entre los representantes de los países miembros de la Unasur.
Elecciones fortalecen al PSUV y al GPP
Mario Esquivel / Prensa Latina
Caracas. Los comicios regionales en Venezuela, segunda etapa de un calendario iniciado con las elecciones presidenciales del 7 de octubre último, dejaron como saldo un panorama político que fortalece el proyecto socialista en el país.
Con un abstencionismo cercano al 46 por ciento –fenómeno que por lo general golpea a elecciones en el ámbito regional–, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus aliados lograron 20 de las 23 gobernaciones en disputa.
Bajo los llamados de unidad lanzados por el presidente Hugo Chávez, el Gran Polo Patriótico recuperó para su terreno entidades de primera línea como Zulia, considerada la más relevante por su potencial económico y demográfico en el país.
También Táchira –estado fronterizo con Colombia–, Nueva Esparta (reconocido por su potencial turístico), el polo industrial de Carabobo y Monagas.
Además, quedaron en el campo socialista Anzoátegui, Apure, Aragua, Barinas, Delta Amacuro, Cojedes, Trujillo, Vargas, Yaracuy, Falcón, Guárico, Mérida, Portuguesa y Sucre.
Para la oposición fueron tres entidades, pues el Consejo Nacional Electoral (CNE) reportó el triunfo de Liborio Guarulla sobre Nicia Maldonado, del PSUV y el Gran Polo Patriótico. Además, en Miranda se impuso el opositor Henrique Capriles con el 50.35 por ciento, frente al 46.13 por ciento para el aspirante socialista Elías Jaua. En Lara el aspirante del PSUV Luis Reyes alcanzó el 41.9 por ciento de los votos emitidos, con el 54.35 por ciento de su adversario Henri Falcón.
Sin embargo, los consejos legislativos de Lara y Miranda quedaron con mayoría del Gran Polo Patriótico. Los datos del CNE dan cuenta también que a favor del PSUV y sus aliados quedaron 186 cargos de diputados a esas instancias.
Mientras, para la oposición fueron 51, con una correlación favorable sólo en el estado Amazonas, donde la denominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) tendrá cuatro de los siete cargos disputados. Incluso, los consejos legislativos de Lara y Miranda quedaron con mayoría del Gran Polo Patriótico.
De hecho, el PSUV fue el más votado en los comicios regionales con 49.62 por ciento del sufragio emitido, en detrimento de fuerzas políticas adversarias del presidente Chávez como Primero Justicia, que fue la segunda organización más votada, con el 8.4 por ciento de promedio nacional y Acción Democrática con el 6.11 por ciento.
Para los analistas, la oposición venezolana realizó una lectura equivocada de los resultados en los comicios regionales, al obviar el sólido resultado a favor de los socialistas y sus aliados. Esta realidad forzará análisis y discusiones entre los partidos de la derecha, si no quieren quedar anulados por la derrota, opinó el integrante de la dirección del Partido Socialista Unido de Venezuela, Rodolfo Sanz, al considerar que la victoria de la revolución “sepultó a la oposición”.
Las cifras apuntan a pronósticos que podrían ser aún más pesimistas para la derecha, pues el PSUV y el Gran Polo Patriótico alcanzaron la mayoría de votos en 298 municipios, lo cual equivale al 89 por ciento de las jurisdicciones.
Por centros de votación, triunfaron en 10 mil 197 colegios, para el 79 por ciento de la cantidad total de entidades de ese tipo activadas en los comicios regionales.
Los analistas determinaron de esa forma que de cada 10 centros de votación, el PSUV y las fuerzas que lo apoyan triunfaron en ocho. En los últimos 12 años, la tendencia a favor de las fuerzas que apoyan al jefe de Estado es positiva, pues en el 2000 la mayoría de votos se concentraba sólo en 80 municipios, cantidad que pasó a 163 en las elecciones del 2004. Ya en el 2008 alcanzó 263 jurisdicciones, para sumar ahora 35 más y situarse en la cota obtenida el 16 de diciembre último.
Como contraparte, la oposición concentró su predominio en las capitales de los estados Amazonas, Aragua, Bolívar, Barinas, Falcón, Lara, Nueva Esparta, Mérida, Táchira y Zulia. Sin dudas, ese comportamiento resulta preocupante para las organizaciones opositoras, tomando en cuenta que el cronograma electoral cierra con las elecciones de alcaldes en una fecha aún por definir en el 2013.
Ante los cambios en el mapa político venezolano, la oposición debe revisar su estrategia, pues fuerzas históricas como Acción Democrática (AD) y Copei sólo lograron atraer 497 mil 291 y 235 mil 231 electores, respectivamente.
Para el analista político Farith Fraija “cualquier organización luego de los resultados obtenidos en las regionales debería renunciar y abrirle paso a una renovación de los liderazgos”.
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